Eres

La eventualidad que el universo pone ante mi,
el imprevisto que sopla en mi ventana,
ese escape ante las convulsiones no invitadas.
El momento pausado en mis días oxidados,
la clave del desenfado de mis pies apresurados.
La causa ajena de lo simple y lo perfecto,
ese estribillo sin terminar de bailar.
Ese toque en mi piel cada vez que comienzo a temblar.
La noche infinita, sin pausa, sin medida,
la causa perdida de un tiempo sin tiempo.
Lo pletórico de las palabras
que endulzan y encantan.
Eres ese poema que no quiero terminar

A besos cortos, a ratos largos

Ámame a ratos largos cuando no quiera ni verte,
con la pasión de nuestros labios
cuando el dolor no quepa en mi cuerpo,
júntame de a poco
si mis sueños evaporarse quieren,
ámame con deseo
como las sábanas a mis miedos,
conquista horas escondidas debajo de la alfombra
no queriendo ser descubiertas,
ámame como soy
para perder la cordura
de las ganas añejadas entre juegos,
fragilidades, aciertos y desaciertos,
haz que valga la pena,
los pies desnudos y mi alma