
Y si te cuento
a qué sabe la luna
cada vez que el menguante o creciente
acaricia los ojos
perdidos en la desolación,
y si te miro
mientras la aurora regala
ecos en los corazones
de cuerpos sedientos,
bucles de risas,
amores a medio cuerpo,
luciérnagas en
la oscuridad
cubiertas de chispas divinas.
Y si te digo
que la lluvia baila
al compás de mis dedos
navegando entre
nidos de aves febriles,
y si te confieso
que la calma resbala
como agua entre mis manos
tras la sed
de silencios latentes,
y si supieras amor, si supieras